Délestron
ha sido el último en sumarse a un hábito que es casi una tradición, la
incursión de los personajes de cómic en el mundo de la sensibilización.
No se trata de historietas exclusivamente realizadas para transmitir
mensajes, sino la irrupción puntual de personajes conocidos en
actividades de concienciación. Durante las últimas décadas, las figuras
más conocidas de las viñetas de África Subsahariana se han puesto al
servicio de la divulgación de mensajes con valor cívico. Délestron, que
por sí mismo ya era una figura suficientemente característica, lo ha
hecho renovando estas dinámicas en todos los sentidos: a través de las
redes sociales y para plantar cara a la actual epidemia de ébola que no
para de extenderse por el oeste africano.
En sus últimas actividades en Facebook, Délestron, que en realidad no
es un héroe sino un villano, se enfrenta a una amenaza para su reino de
la oscuridad. El pasado 18 de agosto, Délestron, o más bien su autor,
el publicista marfileño Chaba Théo, se percató de que un enemigo mucho
más grande que el propio Délestron se cernía sobre África. “Yo soy el
nuevo rey de África” decía el personaje en esa viñeta inaugural, en la
que un Délestron en fuga y empequeñecido sólo alcanzaba a musitar:
“¡¿Ébola?!”.
De hecho, el ámbito de la salud es el más habitual para este tipo de
incursiones. Antes que Délestron muchos otros lo han hecho, sobre todo,
como herramienta para romper mitos acerca del VIH. Ya en enero de 2001 Goorgoorlou, el personaje de cómic más popular de Senegal, protagonizaba Le Cauchemar (La pesadilla)
con el que se trataba de acercar a los ciudadanos los métodos de
protección para evitar el contagio del VIH. Sobre ese mismo tema,
trataban de sensibilizar 10 años después los cómics kenianos de Kuwa
Shujaa (“sé un héroe”, en sheng) realizados por la factoría Shujaaz.FM, una de las series más conocidas del país de África Oriental. Kuwa Shujaa
estaba orientado a los niños, básicamente, intentando evitar que los
pequeños infectados con el virus fuesen marginados en el colegio.
Pero la salud no es el único ámbito en el que los personajes de cómic se implican. El gabonés Patrick Essono, Pahé, uno de los dibujantes de viñetas más conocidos fuera del continente
y que ha publicado de manera habitual en Europa, colocaba a su
protagonista, un niño negro también llamado Pahé, en el viejo continente
y de manera velada realizaba una labor de sensibilización en materia de
interculturalidad. Sus cómics permitían a los lectores hacerse a la
idea de cómo podía sentirse uno de sus compañeros de origen extranjero.
El mismo dibujante también dedicó una serie a Dipoula, un albino, que
mostraba la discriminación a la que pueden enfrentarse estos enfermos en
sus sociedades.
Y, finalmente, el cómic también conciencia en otro ámbito. Lo está intentando repetidamente Didier Kassaï, un dibujante centroafricano que se ha convertido en un testigo de excepción del conflicto en la República Centroafricana. Kassaï permanece en la capital del país después de que durante este año se haya publicado su libro “Bangui. Un Témoignage de Didier Kassaï”,
que relata los primeros meses del últimos estallido de violencia en el
país. Kassaï trata de mostrar una realidad cruel a través del cómic para
conseguir ponerle fin. Después de esa publicación, Kassaï va realizando
actualizaciones, va adelantando dibujos destinados a futuros proyectos
con un sentido similar a través de su perfil de Facebook.
Teniendo en cuenta todas estas opciones podría parecer que la
actividad de Chaba Théo y su héroe-villano Délestron en las últimas
semanas no representa ninguna novedad. En realidad, como se ha visto, el
marfileño sigue una tradición ya muy implantada entre los dibujantes.
Sin embargo, sus novedades tienen más que ver con las técnicas, con la
capacidad de difundir y con la llamada a la participación que da una
idea del impacto que este intento de sensibilización puede llegar a
tener.
Ya el nacimiento del personaje es suficientemente característico.
Su origen es, en realidad, fruto de una “pataleta”. En marzo de 2013,
el publicista Chaba Théo se hartó de los continuos cortes de luz en
Costa de Marfil, de las deficiencias del servicio de electricidad y de
la falta de diligencia de la CIE (la compañía eléctrica marfileña) y
creó a Délestron. Para sus seguidores ese héroe, que en realidad es un
villano, es el responsable de los apagones. En realidad, no era un
cómic, eran sólo viñetas que esporádicamente su autor compartía a través
de su página de Facebook.
Sus apariciones se fueron haciendo más habituales a medida que los
seguidores le brindaban su admiración. Chaba Théo protestaba de esta
manera irónicamente, con humor, contra los cortes de luz que sufrían
todos los marfileños. Y, al mismo tiempo, brindaba al resto de los
marfileños una forma de canalizar sus quejas.
El éxito de Délestron le llevó de las páginas de Facebook y las
aventuras inconexas hasta el papel. Pero su actividad en la red ha
continuado. Cada vez que hay una cita importante para el país Délestron
recuerda que está al acecho y amenaza con aparecer, como hizo durante la
última Copa del Mundo de fútbol celebrada en Brasil, haciendo un juego
de palabras con la palabra “Coupe” que significa igualmente “Copa” y
“corto” (del verbo cortar).
Sin embargo, desde el 18 de agosto Délestron se ha puesto serio, a
pesar de que Costa de Marfil continuaba sin haber sido escenario de
ningún caso de ébola. Hizo primero un anuncio a través de Facebook y
tres días después lanzó la primera entrega. En esa viñeta, Délestron
huía en un primer momento, pero después anunciaba que tenía armas para
enfrentarse al temido monstruo Ébola, tenía tres misiles: uno
antiséptico, otro antisaludos y el último anticarne de caza,
haciendo referencia a algunas de las posibles vías de contagio y
algunas de las protecciones para hacer frente al virus. La voz del
narrador le advertía que las armas habían sido desactivadas y que
necesitaría la ayuda de los internautas para volver a activarlas. Así,
Chaba Théo hacía una apuesta, si los seguidores querían tener la
siguiente entrega estaban obligados a colaborar en la difusión de la
viñeta, compartiéndola y apretando el botón de Me gusta y, por lo tanto haciéndola llegar a más personas.
En la siguiente entrega, Délestron ha conseguido armar el misil
antiséptico que hace referencia al consejo fundamental que están
recibiendo los habitantes de las zonas afectadas: extremar la higiene y
lavarse concienzuda y repetidamente las manos. Así es como Délestron ha
recogido la tradición de la sensibilización a través del cómic y como la
ha renovado con herramientas nuevas que permiten mayor difusión y mayor
implicación.
F:http://elpais.com/elpais/2014/09/19/planeta_futuro/1411136835_767305.html
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