martes, 25 de junio de 2013

Dave Gibbons: “Hoy necesitamos héroes en política”



El dibujante del mitico cómic 'Watchmen' Dave Gibbons. / Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

El cómic se hizo adulto no hace tanto, en 1986. Fue de golpe. El milagro de la novela gráfica se llamó Watchmen, de complejidad narrativa sin igual hasta entonces y con un tratamiento del superhéroe de psiquiátrico. En los EEUU de 1985 que aún preside Nixon y marcados por el pavor nuclear contra la URSS, los superhéroes vigilantes que ayudaron a ganar en Vietnam han sido prohibidos y uno, El Comediante, asesinado. Por vez primera, los héroes son débiles, moralmente ambiguos, ideológicamente dudosos: Rorschach (amargado ultraderechista y paranoico), el Dr. Manhattan (con superpoderes pero incapaz de sintonizar con los sentimientos humanos), Ozymandias (genio extraño); Espectro de seda (fémina llena de complejos)…

El guionista fue el revolucionario Allan Moore (padre también de V de Vendetta), pero si la obra (premio Hugo a un cómic por vez primera, en 1988; entre las 100 mejores novelas de todos los tiempos, según Time en 2005) funciona es también por unas meticulosísimas ilustraciones de Dave Gibbons (Londres, 1949), que se sometió a una estructura muy clásica, con unas ya míticas nueve viñetas por página, pocos bocadillos, sin líneas de movimiento… “Fue un sacrificio consciente: el guión era ya lo bastante complejo como para hacer filigranas, por eso apostamos por un estilo directo que permitía también a Moore un mayor control de cada viñeta al saber la estructura”, comenta Gibbons en Barcelona, donde promociona la reedición de la obra en España bajo el sello ECC.

Pero como en todo en Watchmen, lo simple es apariencia. “Se trataba de confundir al lector ofreciéndole, bajo esa opción gráfica tradicional, un mensaje más complejo: la ambigüedad entre el bien y el mal, la doble moral del héroe… Es como caminar por un sendero floreado que acaba conduciendo de golpe a un bosque oscuro donde alguien te pega con un bate de béisbol”, simboliza Gibbons, con inquietante semisonrisa lateral bajo sus metálicas gafas.

Watchmen está cargado de repeticiones simbólicas y niveles de lectura, tantos que ha sido bautizado como el Ulises del cómic. Y las aportaciones de Gibbons (que asegura que nunca leyó la novela de James Joyce) a ese juego fueron muchas más de las que se han descubierto hasta ahora. “En obras así hay que dejar el ego muy atrás; todo fue fruto de conversaciones de hasta cuatro horas de teléfono entre él y yo…”. ¿Por ejemplo? “Estábamos trabajando en el traje de El Comediante y el primero, de tipo militar, no funcionaba; luego optamos por uno de cuero negro y para matizar lo oscuro le puse la chapa amarilla del Smiley. Al verlo, Moore, dijo: ‘¿Por qué no llevamos la muerte de El Comediante al inicio y manchamos con una gota de sangre el Smiley?’. Vale, yo introduje la chapa, uno de los iconos del cómic, pero Moore le dio el sentido”. Algo parecido ocurre con los Relatos del navío negro, la publicación que siguen los vigilantes. “No tenía sentido que los superhéroes leyeran cómics de superhéroes, por lo que en el primer capítulo inventé esa revista sobre piratas; en el tercero, lo seguían leyendo y entonces Moore propuso utilizarlo como analogía”.

La watchmenmanía, sin embargo, ha superado a los propios autores, hasta el extremo de que los fans ven cosas que ellos nunca imaginaron. “Nos han hecho notar que los enchufes de los postes donde se conectan los vehículos tienen la forma de Smiley”. Lo más chocante para el dibujante ocurrió en otra viñeta. “Hicimos que Dani (Buho nocturno) y Lorie (Espectro de seda) salieran a cenar a un restaurante y de fondo pusimos a una pareja de homosexuales viejos; nos pareció que en un mundo alternativo las relaciones homosexuales en la tercera edad se aceptarían con facilidad… Pues a unos cuantos lectores les pareció ver que esa pareja eran los personajes de Justicia Encapuchada y el Capitán Metrópolis, de los que nos burlábamos por la conducta sadomasoquista de uno y del otro por ser exMarine retrógrado y homófobo; ni Moore ni yo lo pensamos nunca así”.

Gibbons celebra que ese grado de detallismo lo respetara la versión cinematográfica de Zack Snyder en 2009. “Se nota que es lector de cómic y que había adaptado 300; leí el boceto de guión y en él Ozymandias moría; cuando nos vimos por vez primera, sin decirle nada, se me avanzó y dijo: ‘No te preocupes, que Ozymandias no muere’... No es un filme perfecto pero, si tenía que convertirse en película, es lo mejor que se podía hacer”, dice el dibujante, marcando distancias con Moore que, como en todas las adaptaciones, retiró su nombre de los créditos.

La potencia de Watchmen es tal que aún hoy otro de sus lemas célebres, “¿Quién vigila a los vigilantes?”, la frase clásica de Juvenal que reza en las paredes que asoman en el cómic, es hoy de triste vigencia. “Siempre hacemos una transferencia de poder y lo dejamos en manos de esos elegidos y ya luego nadie más controla nada. En Watchmen fuimos más allá y planteamos los problemas de cuando alguien se autoelige: los vigilantes no han sido escogidos por nadie; tiene un punto mesiánico”. Hoy las cosas, cree, están más fáciles para la sociedad que los EEUU que ellos crearon. “Internet y las redes sociales hacen más difícil modificar o suplantar hoy a los héroes; la ciudadanía puede ahora controlar la desviación de un héroe o un dirigente”.

Pero no quiere Gibbons llevar la cosa más allá, se le nota incómodo. Resopla cuando se le pide qué cumpliría el papel de la URSS y la amenaza nuclear en una actualización de Watchmen. “Hoy todo es más difuso y local; quizá el terrorismo islámico”. También duda sobre la necesidad de que existan héroes o no y de su desmitificación, clara apuesta suya y de Moore hace 27 años. “El cómic surge de una pregunta: si hubieran superhéroes, ¿por qué alguien se pondría un traje? Siempre partimos de que es gente buena y que lo hacen sacrificándose para combatir el mal… Pero es poco creíble: también está el darse el gustazo de ser un superhéroe aclamado y olvidamos que son psicópatas sedientos de adrenalina… Juegan con que en realidad necesitamos héroes, gente capaz de superarse a sí misma, de darnos ejemplo, eso nos atrae… Y sí, de ese tipo de héroes necesitamos algunos en política hoy”.

Se sorprende Gibbons quizá de lo que acaba de decir porque matiza, raudo. “Watchmen no es un tratado político, habla de la condición humana… El problema es que cada uno tiende a verse como un héroe y que el villano no piensa nunca que lo es”.

Vía: El País, 24/06/2013
F:http://cultura.elpais.com/cultura/2013/06/24/actualidad/1372089203_988281.html

miércoles, 19 de junio de 2013

Cuadernos de Cómic


“CuCo –Cuadernos de Cómic-”, un nuevo medio digital.

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CuCo, cuadernos de cómic nace con la voluntad de aportar un nuevo espacio teórico en torno al cómic. Lo hace en un buen momento, opinamos. Un tiempo en que la historieta como forma de expresión artística está recibiendo la debida atención tanto por los medios de comunicación como por los foros académicos.
Prensa y otros medios de comunicación dedican cada vez mayor atención al cómic, y lo hacen, además, desde una aproximación desprovista de lugares comunes y falsos tópicos. Secciones fijas en periódicos y revistas culturales, programas radiofónicos divulgativos y miradas desacomplejadas desde la televisión. Y el acercamiento académico es bien patente tanto en una reactivación de la investigación doctoral (con varias tesis publicadas en el siglo XXI), como por la presencia de los estudios monográficos para revistas culturales. También proliferan eventos vinculables a la oferta universitaria o experiencias desde museos y centros oficiales.
Un panorama en el que abundan propuestas en línea como páginas web especializadas, blogs personales de marcado carácter profesional, pluralidad de “sites” que sin duda dibujan un panorama óptimo para imaginar un nuevo paso, el que nos animamos a dar ahora.
CuCo nace de la voluntad sin ánimo de lucro de configurar un nuevo espacio que albergue artículos, ensayos, estudios, análisis, crítica rigurosa y entrevistas. Para nosotros todos los temas, obras y autores, épocas y latitudes, son bienvenidos y entendidos como materia digna de estudio. Autores clásicos y contemporáneos, escuelas, editoriales, obras de todo tipo, el cómic más minoritario y la historieta más comercial, nos parecen dignos puntos de arranque para la mirada crítica y el espíritu investigador. Todas las disciplinas del estudio pueden además abordar al mundo de la historieta desde su óptica, que será enriquecedora. Buscamos un modelo de artículo basado en el rigor, estudios donde la fuente y el dato contrastados tengan el peso necesario a la hora de establecer una tesis o conclusión.
CuCo, cuadernos de cómic quiere acoger a todas las firmas posibles, de las más reconocidas y arraigadas en el estudio de los cómics pero también a las nuevas, jóvenes generaciones de estudiosos que, desde diversas disciplinas tengan algo que decir en relación a la historieta. Es una apuesta por la renovación del paisaje teórico nacional, sin obviar la profusión de nombres consolidados y que siguen en activo, investigando, teorizando.
Nuestra intención es, a partir de esta invitación, articular un primer número que esperamos en la mayor brevedad poder dotar de un ISSN que hará fácilmente localizable al volumen en la red. Número al que deseamos sigan sucesivos, que colgaremos puntualmente en nuestra web (en construcción, aunque ya disponemos de este blog como primer vehículo comunicativo: http://cucocuadernos.wordpress.com/)
Esta presentación tiene el fin de invitar a participar a todo el que se sienta atraído por este proyecto, quien esté interesado en publicar en CuCo tan solo deberá conocer nuestras normas de estilo (descargables en el blog de la revista) y enviarnos sus trabajos a la dirección de correo electrónico cucocuadernos@hotmail.es, para que valoremos su publicación en la revista según especifican las “Normas de publicación” (consultables igualmente en el blog).
También es objetivo de esta carta darnos a conocer al lector apasionado por la historieta como medio. A ese futuro lector que es, sin duda, parte necesaria de todo proyecto de revista. En este sentido, esta carta es una bienvenida.
Octavio Beares y Gerardo Vilches

F:http://florayfauna.blogspot.com.es/2013/06/cuadernos-de-comic.html

'Se puede hablar de cómic sin más excusas ni intentando explicar toda su historia'

Santiago García, fotografiado con las dos antologías en Madrid. | J. M. R.Santiago García, fotografiado con las dos antologías en Madrid. | J. M. R.
  • Santiago García coordina las antologías 'Supercómic' y 'Panorama'
  • Aspira a situar el cómic en el escenario general de la cultura actual
  • El primer trabajo se presenta como un conjunto heterogéneo de ensayos
  • 30 autores de la historieta actual en España participan en el segundo
  • Ofrece una vista general de la producción nacional de la última década
Con la mayoría de los ensayos sobre cómic publicados hasta ahora en España ha pasado como con las clases de Historia del instituto: se recreaban en el Neolítico y nunca llegaban a la Guerra Civil ni a la Transición, tal vez para no resucitar polémicas. En paralelo, los textos de análisis del tebeo y sus circunstancias unas veces se antojaban remotos, en otras ocasiones tendían al catálogo de caducidad casi inmediata o por último, y he aquí lo peor, colocaban el foco en cualquier ángulo menos en la posibilidad de disfrute que el género ofrece a un público de educación eminentemente visual.
Por suerte esa inclinación de los estudiosos de la historieta hacia la mera cronología, el enciclopedismo e incluso lo políticamente correcto parece que por fin queda atrás. Ya no hace falta conocer las peripecias de la escuela Bruguera para gozar la actual novela gráfica española. Los lectores se asoman a los últimos lanzamientos sin complejos y con interés, lo que no deja de ser un milagro en plena crisis económica. Se publican títulos de temática variada, en formatos insólitos y con el impulso de nuevas editoriales (Entrecómics Cómics, ¡Caramba!, Fulgencio Pimentel, Apa Apa). Se fortalece el contacto entre colegas hasta el punto de configurar algo muy parecido a un circuito. En definitiva, asistimos a una
sorprendente Edad de Oro de la viñeta autóctona.

Tal es el escenario que se ha encontrado Santiago García (Madrid, 1968) nueve meses después de su última visita a España. Licenciado en Periodismo, traductor, guionista y voz autorizada en relación al Noveno Arte, es el artífice de dos títulos fundamentales para entender lo que está sucediendo: las antologías 'Supercómic' (Errata Naturae) y 'Panorama' (Astiberri), ambas recién salidas de la imprenta.

"A las dos les anima un mismo espíritu, un mismo impulso inicial: básicamente, situar el cómic en el escenario general de la cultura actual. No hacer un producto para especialistas o para coleccionistas. El cómic tiene potencial para ser un medio de expresión y artístico contemporáneo como cualquier otro", enfatiza el ex director de las revistas especializadas 'U' y 'Volumen', que vierte lecturas y opiniones a través del blog Mandorla y en su cuenta de Twitter.

García califica de "lastre" la referida tendencia a la inclusión del ensayo tebeístico. "Se intenta que se vea todo el monte y al final lo que se ve es una cosa amorfa. Es más interesante que si hay diferentes tendencias cada una intente crear su propia cara antes que dar lugar a una especie de consenso o de que-haya-un-poco-de-todo", tercia.

De lo divulgativo a lo académico

'Supercómic' y 'Panorama' son obras colectivas que se complementan a la perfección. El primero, subtitulado 'Mutaciones de la novela gráfica contemporánea', se presenta como un conjunto heterogéneo de ensayos. Reflexiones sobre la memoria, la autobiografía, la sexualidad, la reinvención de los superhéroes, el manga, el noir... ponen de manifiesto la mayoría de edad y la riqueza de unas páginas hasta hace poco consideradas de temática infantil.

Críticos, expertos en lenguaje visual y afamados francotiradores como Alberto García Marcos, Pepo Pérez, Jordi Costa y Daniel Ausente son algunos de los participantes. El veterano Max y la promesa Mireia Pérez firman a cuatro manos un metarelato sobre la búsqueda de quien se sienta frente a la mesa de dibujo.

"La idea es presentar ensayos al público general dicéndole que se puede hablar de cómic sin excusas ni intentando explicar toda su historia. Más que hablar de cómic se invita a entender aspectos de la Cultura a partir del cómic", subraya García a propósito de un libro que aspira a atraer a seguidores del escritor Roberto Bolaño, el cineasta Paul Thomas Anderson o el videojuego 'GTA', platos de un menú cultural que se menciona en el prólogo. "Hay ensayos que van desde lo divulgativo hasta lo realmente académico, cubre mucho espectro", resume el antólogo.

Aportaciones de Paco Alcázar, Max y Pere Joan a 'Panorama'.Aportaciones de Paco Alcázar, Max y Pere Joan a 'Panorama'.

En 'Panorama', por su parte, 30 autores representativos de la historieta actual en España aportan un trabajo inédito para brindar un escaparate de la producción nacional de los últimos 10 años. A través de una selección difícilmente mejorable y de un capítulo final de reseñas materializado por Alberto García Marcos y Gerardo Vilches queda de manifiesto la evolución del tebeo, patrio o no: "De cine de los pobres a literatura contemporánea", en acertada síntesis de García, que dio libertad absoluta a los profesionales con los que contactó.

El coautor de la serie 'El vecino' y las novelas gráficas de próxima publicación 'Beowulf' y 'Las meninas' sí admite que en esta vista general hay "una intención promocional" de la historieta de aquí y ahora. Así, se pretende que las aportaciones de Antonio Altarriba y Kim, Max, Paco Roca, Micharmut, Miguel Gallardo, Alfonso Zapico, Miguel Ángel Martín, Santiago Valenzuela, David Rubín, Rayco Pulido y David Sánchez, entre otros, sirvan de anzuelo tanto para iniciados como para neófitos. Quedaron fuera por exigencias del guión los autores especializados en humor y aquellos otros que trabajan para industrias foráneas (EEUU, Francia, Japón).

En cualquier caso, García advierte: "Es un libro del que no te pueden gustar todas las historias. Es imposible, no está hecho para eso. Es más, sería raro y preocupante. Pero si tampoco te gusta ninguna es que no te gusta el cómic".

Portadas de las novelas gráficas 'Blankets', 'Arrugas' y 'María y yo'.Portadas de las novelas gráficas 'Blankets', 'Arrugas' y 'María y yo'.

Nacimiento del cómic social

¿Y dónde está el origen del 'boom'? "Es un proceso que lleva mucho tiempo acumulando inercia, no se explica por un solo factor", constata quien recibió en 2011 el premio a la divulgación en el Salón del Cómic de Barcelona. "Pero si hay dos momentos que confirman este modelo en su viabilidad editorial. Uno es la publicación de 'Blankets' por Astiberri, en 2004. Era la primera vez que se publicaba un tomo de esas características. Costaba carísimo, tanto que la editorial pensó en sacarlo en tres volúmenes hasta el último momento. Al final lo sacó en uno solo y funcionó muy bien".
"El otro momento clave es en 2007, cuando salen 'Arrugas' y 'María y yo', que tienen un éxito brutal. A partir de ahí es una estampida, todo el mundo se tira detrás de ellos", reflexiona el autor sobre el impacto de dos obras de temática social, sin olvidarse de la llama que a finales de los 90 mantuvo encendida la mítica revista 'Nosotros Somos Los Muertos'.

Portada de 'Panorama', con ilustración de Javier Olivares.Portada de 'Panorama', con ilustración de Javier Olivares.

García afirma que coordinar este doble proyecto ha sido gratificante y fácil. Y eso que todo el operativo se dispuso desde la ciudad de Baltimore, donde reside. "Ha sido en un 99% igual que si lo hubiese hecho desde España. Hoy en día todo se hace por mail y a través de Internet", admite. Una experiencia, la de vivir en una de las cunas del género, impagable para cualquier especialista en la materia.

"Me está aportando mucho. Abre un poco la cabeza, te hace ver que hay otra forma de hacer las cosas. Por ejemplo, he descubierto el mundo de los festivales de cómics alternativos, como la SPX de Bethesda, en Maryland, o el MoCCA Fest de Nueva York y el Festival de Cómic e Ilustración de Brooklyn, dedicados únicamente a lo que llaman ellos 'small press', que ya no es cómic alternativo, sino de autor, artístico, fanzinero... Ves cómo eso puede generar una dinámica y un circuito. Ayuda a entender mejor cómo se está articulando lo que queda de la industria americana y permite ver con perspectiva el mercado español. Al volver de estar fuera durante meses captas las cosas más destiladas: las tendencias, los sentimientos... Se ve 'the big picture'...".

¿Tendrá este momento dulce un final traumático? "Ésa es la pregunta del millón", confiesa García. "Ojalá lo supiéramos. Hay dos factores a tener en cuenta: uno está fuera de nuestras manos y es la crisis general. Y dentro de las condiciones más específicas de la industria del cómic, creo que va a depender muchísimo de lo que hagamos nosotros. Sería interesante que autores, editores e incluso distribuidoras tuviéramos la capacidad de hacer análisis generales y trazar estrategias para desarrollar a largo plazo. A veces parece que vamos haciendo la guerra por nuestra cuenta en lugar de unir esfuerzos y ayudarnos para llegar más al público", concluye.
Jose María Robles | Madrid

F:http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/10/comic/1370874878.html?a=fdce8ec9b166c4f2dbf10541f30c3e7f&t=1371627957&numero=

África se dibuja en el Festival de cómic de Angulema

Imagen del cómic Vaudoo Soccer, de Simon Mbumbo. youtube Sonia Fernández Quincoces Bilbao 23 ENE 2018...